El Labrador retriever —también conocido
como Cobrador de Labrador o Perdiguero de Labrador —, es una raza canina
originaria de Terranova, en la actual Canadá. Es la raza más popular del mundo
por la cantidad de ejemplares registrados.
Su excepcional afabilidad,
gentileza, inteligencia, energía y bondad, hacen que los labradores sean
generalmente considerados como buenos compañeros para personas de todas las
edades, así como también fiables perros trabajadores, comúnmente formando parte
de las brigadas caninas de la policía en operativos antidroga, antiexplosivos,
de búsqueda y rescate, entre otros. Con adiestramiento, el labrador es una de
las razas de perro más dócil, obediente y talentoso que existen.
Características
principales:
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Nombre científico: Canis lupus
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Dimensiones: 53 a 59 cm de altura a la cruz.
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Tamaño: Mediano.
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Peso: 27 - 40 kg
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Pelaje: Liso, corto, denso y duro.
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Cabeza: El cráneo debe ser ancho; bien
desarrollado pero sin exageración.
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Boca: Mandíbulas potentes y no demasiado
largas, lo que le permite acarrear piezas (patos) con mucha facilidad.
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Ojos: Deben ser castaños en los ejemplares
negros. En los ejemplares de color chocolate deben ser dorados, castaños o
color avellana.
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Orejas: Ni grandes ni pesadas, colgando cerca de
la cabeza y de inserción hacia atrás.
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Cola: Muy espesa en el nacimiento de inserción
media, no muy larga, cubierta de un pelo tanto espeso como corto, que le
confiere un aspecto cilíndrico típico.
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Carácter: De buena disposición y ánimo. Muy ágil.
Temperamento
El AKC describe el temperamento en la raza
como «de naturaleza gentil, sociable y manejable».13 El labrador tiene fama de
ser una raza equilibrada y un excelente perro de familia. Esto incluye una
buena reputación con los niños de todas las edades y otros animales.11 Tiene
aptitudes de perro colaborador; lo que ha sido utilizado para poder entrenarlo
como perro de ayuda, para que alcance cosas que están tiradas, apague las
luces, entre otras funciones. No es adecuado como un perro guardián, es decir,
podrá ladrar para dar aviso, pero por lo general no actuará con mayor agresión,
ya que tiende a ser un perro amigable con la gente,11
sobre todo si es socializado desde temprana edad.
La
bulliciosa naturaleza del labrador, junto con su falta de miedo, hacen que se aburra muy fácilmente si no es estimulado
apropiadamente con ejercicio, socialización y adiestramiento. Un labrador sin
entrenamiento puede volverse ingobernable, y debido a su tamaño y a su
entusiasmo si no se ejercita se convertirá en un tornado de destrucción o
intentará escaparse para aliviar su aburrimiento, frustración y exceso de
energía, por lo que requieren de un entrenamiento y manejo firme para
asegurarse de que no se descontrole —un adulto sin control puede ser muy
problemático—.
Los labradores maduran en torno a los tres
años de edad, antes de este tiempo pueden tener un grado significativo de
energía tipo cachorro, lo que es a menudo mal etiquetado como hiperactividad. Algunas
líneas, en especial aquellas que han seguido siendo criadas específicamente por
sus habilidades en el ámbito de trabajo —en lugar de por su aspecto—, son
particularmente ágiles y atléticas. Debido a su entusiasmo, el entrenamiento
con correa se sugiere desde el principio para evitar que tire conforme crece.
Las hembras pueden ser un poco más independiente que
los machos. A partir de la segunda vacuna es una raza apta para pasear fuera de
casa.
Una
buena práctica es colocar un collar con placas de identidad en el labrador.
Así, en caso de extravío, será más sencillo localizarlo. Algunos países
requieren que los perros tengan un microchip o tatuaje para fines de
identificación.
El
labrador es conocido por su apetito voraz, y algunos ejemplares pueden comer
objetos digeribles y no alimenticios por igual.16 Son persistentes y
persuasivos a la hora de pedir comida. Por esta razón, el propietario de un
labrador debe controlar cuidadosamente la ingesta de alimento de su perro para
evitar el sobrepeso y los problemas de salud asociados con el mismo.16
El
perro es reconocido por su inteligencia. La raza se catalogó en el séptimo
lugar —de 131 razas analizadas— en la clasificación de Stanley Coren acerca de
la inteligencia de los perros.17 Por lo que el trabajo de obediencia se
convertirá también en una forma divertida de interactuar con él.
Se
sabe que tienen un toque muy suave con la boca, como resultado de haber sido
criados para recuperar presas tales como aves acuáticas. Son propensos a
masticar objetos —aunque pueden ser entrenados para abandonar este comportamiento—,
e instintivamente disfrutan sosteniendo o llevando objetos en su boca, lo que
pueden hacer con gran suavidad —es lo que se conoce en la jerga de los
cazadores como «boca blanda»—; un labrador bien entrenado puede llevar un huevo
en su boca sin romperlo.16 También suelen disfrutar de recuperar una pelota sin
fin (a menudo obsesivamente) y otro tipo de actividades, como por ejemplo;
agility, disco volador o flyball.
En
la actualidad es una de las razas más conocidas por el gran público, con una
gran demanda en multitud de países y que se emplea en labores muy variadas,
dada su especial capacidad de trabajo. Su sentido del olfato le permite
rastrear casi cualquier olor y seguir la pista hasta su origen, ya que por lo
general permanece sobre el rastro hasta que lo encuentra. La marina, el
ejército y la policía lo utiliza como perro de detección para localizar a los
traficantes de droga, ladrones, terroristas y mercado negro.
Exploración
No
suelen saltar vallas altas o cavar, pero debido a que son una raza inteligente
y perseverante, con las condiciones y los estímulos adecuados, un labrador
aburrido podría convertirse en un «maestro escapista».11 18 Son animales
curiosos, gustan de explorar y seguir rastros nuevos o esencias relacionadas con
posibles alimentos —aunque desde el punto de vista humano esos «alimentos» no
sean comestibles—. De esta forma, a menudo pueden «desaparecer» o separarse de
sus propietarios de un momento a otro, y ser también robados. Debido a su
naturaleza curiosa y su capacidad para «desaparecer» en un santiamén, junto con
el riesgo de ser robados, una serie de asociaciones y organizaciones de perros
(Kennel Club) consideran una buena práctica que los labradores, y perros en
general, sean tatuados o lleven un microchip, con el nombre y la dirección de
sus dueños. También es recomendable un collar con placa que contenga la
información básica del propietario.
En
algunos países, como Suecia, es obligatorio que todos los perros sean
registrados —sin importar la raza—, y les sea implantado un microchip desde que
nacen con fines de identificación.
Colores
Las
tres variedades principales de color del perro Labrador retriever.
El
labrador retriever está registrado en tres colores:
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Negro:
un color negro sólido,
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Amarillo:
en cualquiera de sus variantes, que van desde el color que algunos criadores
venden como blanco o crema hasta el color «rojizo».
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Chocolate:
que va de medio a marrón oscuro.